No hay futuro para nuestros jóvenes sin educación financiera
Octubre de 2021
El 4 de octubre se celebró el día de la Educación Financiera, que más que un día de celebración es un recordatorio de la necesidad de seguir mejorando el conocimiento financiero en nuestro país, que sigue estando por debajo de países de la OCDE o de la UE (49 % en España, frente al 62 % en los países de la OCDE o de la UE). Brecha aun mayor entre los jóvenes.
Con tasas de desempleo juvenil que rondan el 35% para los menores de 25 años en España, el valor de la educación económica y financiera se hace aún más patente.
Nos encontramos con chicos y chicas que al finalizar la ESO se incorporan al mercado laboral para trabajar por cuenta ajena con poca cualificación o se inician en proyectos de inversión poco sólidos. ¿Cómo salir adelante cuándo no se está familiarizado con conceptos financieros básicos que son esenciales para tomar decisiones de endeudamiento o inversión que condicionan el futuro? ¿Cómo ir adelante con una iniciativa de emprendimiento, con independencia del tamaño de la misma, sin conceptos básicos como expectativas de ingresos, gastos recurrentes, inversiones y necesidades de liquidez o financiación?
Es muy importante que estos jóvenes hayan adquirido al finalizar la enseñanza obligatoria, una formación económica básica. Conocer el funcionamiento del mercado, a nivel general, o saber gestionar adecuadamente un presupuesto familiar cobran una importancia extraordinaria en los jóvenes. Conceptos como la planificación financiera, el ahorro a lo largo de la vida, la influencia de los precios, los tipos de interés, los préstamos, los seguros o el funcionamiento de las entidades financieras, es imprescindible.
La situación no es muy distinta para quienes continúan sus estudios tras la educación secundaria para hacer una carrera universitaria o un ciclo formativo de grado superior. Hay que decir que la formación económica y financiera que habrán conseguido si han cursado el bachillerato de la modalidad de Humanidades y Ciencias Sociales, donde materias como EconomÃa, EconomÃa de la Empresa o Fundamentos de Administración y Gestión, aportan la formación necesaria para dar el salto con las condiciones necesarias a estudios superiores. SerÃa preciso que también en el resto de modalidades de bachillerato se preparase en emprendimiento a alumnos que van a realizar carreras técnicas.
La última encuesta de inserción laboral de titulados universitarios que publicó el INE en octubre de 2020 señala que las mayores tasas de empleo se dieron entre los que estudiaron IngenierÃa en electrónica, Desarrollo de software y de aplicaciones e IngenierÃa multimedia, e IngenierÃa de telecomunicación; y entre los másteres relacionados con las ramas de IngenierÃa y Arquitectura, y Ciencias de la Salud. Precisamente en estas áreas es donde se requiere el mayor esfuerzo de emprendimiento. ¿Cómo, más allá de generar una buena idea técnica, ser capaz de hacer sostenible y escalable una iniciativa sin una formación en emprendimiento y una base sólida en economÃa y empresa?
La sociedad actual necesita mejorar la relación entre la Educación Secundaria y el mercado laboral , entre la Educación Superior y el entorno empresarial, entre la Educación Secundaria y la Educación Superior, para aportar la formación económica acorde a la situación social y económica que vivimos.