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No es una carga, es un beneficio

Noviembre de 2025
Cuando una empresa decide salir a bolsa, no se trata solo de acceder a financiación o liquidez: implica transformar su estructura, cultura y forma de gobernarse. La cotización exige transparencia, códigos de buen gobierno, cumplimiento y supervisión, profesionalización y compromiso con sus grupos de interés, pero genera una gobernanza más sólida, que consolida la credibilidad y reputación de la compañía.


A menudo, las bonanzas de cotizar se analizan exclusivamente desde perspectivas financieras y de liquidez. Y qu茅 duda cabe de que son elementos esenciales en la decisi贸n de salir a bolsa. Sin embargo, en definitiva, en su gobernanza interna.

En efecto, una empresa que decide cotizar en bolsa acepta someterse a una serie de exigencias regulatorias, normativas y de mercado que van m谩s all谩 de las requeridas a las sociedades cerradas. Salir a bolsa implica aceptar el cumplimiento de c贸digos de buen gobierno, reportar peri贸dicamente el cumplimiento de los anteriores, publicar estados financieros auditados, incorporar consejeros independientes, constituir comit茅s especializados de supervisi贸n, dar un trato equitativo a los accionistas minoritarios y, en general, comprometerse a mantener altos grados de transparencia.

Transparencia y profesionalizaci贸n como motores de valor

Lo anterior podr铆a leerse, precipitadamente, como un listado de incentivos para, en sentido contrario, no cotizar. O, en el mejor de los casos, como un mal necesario a sobrellevar estoicamente ante la principal decisi贸n de cotizar por razones meramente financieras. Visto as铆, muchas empresas pueden temer perder privacidad, control o agilidad al cotizar.

Aun cuando puede ser cierto que existe un esfuerzo inicial en t茅rminos de dar cumplimiento a determinadas obligaciones formales, esos "costes" deben verse como una inversi贸n en la mejora de la gobernanza y la reputaci贸n empresarial. As铆, el acceso a los mercados p煤blicos no solo busca crecer, sino hacerlo bien, con reglas claras, controles efectivos y respeto para todos sus grupos de inter茅s. Las empresas que entienden esto, no solo se benefician del capital que aporta el mercado, sino de la excelencia en su gobierno, que las vuelve m谩s s贸lidas, resilientes y preparadas para competir.

Un principio esencial del gobierno corporativo es la transparencia, pues debe informarse al mercado, de forma peri贸dica, sobre aspectos tan relevantes como la situaci贸n financiera, estructura accionarial, pol铆ticas de remuneraci贸n, riesgos relevantes o acontecimientos significativos. Es, sin duda, una carga formal, pero esa transparencia genera, asimismo, importantes beneficios como, por ejemplo, el aumento de la confianza de los inversores, empleados, proveedores y otros grupos de inter茅s. Por otro lado, la transparencia disciplinada mejora los sistemas internos de supervisi贸n, informaci贸n y control. Se convierte en una palanca de mejora continua y establece una cultura de rigor contable.

Las buenas pr谩cticas, bajo la responsabilidad y supervisi贸n de consejeros externos, mejora la supervisi贸n de riesgos y la toma de decisiones bajo criterios t茅cnicos y no personales o familiares. Este esquema ayuda a prevenir conflictos de inter茅s, malas pr谩cticas o una excesiva concentraci贸n de poder. Indudablemente, el an谩lisis y la gesti贸n de riesgos, en su m谩s amplio sentido, son la piedra angular de la buena gobernanza de las compa帽铆as.

Un gobierno corporativo bien organizado debe permitir la detecci贸n temprana de riesgos y la gesti贸n proactiva ante los acontecimientos que se materialicen: as铆, las exigencias y recomendaciones de los c贸digos de buen gobierno de las sociedades cotizadas facilitan a las empresas las herramientas para identificar, valorar y mitigar riesgos.

Otra v铆a esencial para conseguir una buena gesti贸n de los riesgos es la profesionalizaci贸n del Consejo. El equilibrio entre los distintos tipos de consejeros y el trabajo t茅cnico de las comisiones permiten que las decisiones m谩s importantes de la empresa se tomen con rigor, objetividad y responsabilidad. Este es uno de los grandes diferenciadores de las empresas cotizadas, donde el consejo deja de ser un mero "贸rgano formal" y se convierte en una verdadera instancia de gobierno, control y creaci贸n de valor. En particular, la id贸nea selecci贸n de consejeros independientes, con experiencia y prestigio, aporta una visi贸n estrat茅gica externa, diversidad de pensamiento y una mayor capacidad para desafiar, a trav茅s de un escepticismo cr铆tico, las decisiones de la direcci贸n.

La implantaci贸n del buen gobierno, desde el convencimiento del Consejo de Administraci贸n y su equipo directivo, y no desde el escepticismo, es clave. La buena gobernanza, basada en la voluntad y no en la imposici贸n, acaba permeando r谩pidamente a toda la organizaci贸n de la empresa. El c铆rculo virtuoso de la gobernanza, entendido como valor estrat茅gico de empresa, se extiende con rapidez a todos los directivos y empleados y acaba redundando, de forma inequ铆voca, en beneficio de la propia empresa.

Desde la Asociaci贸n de Emisores Espa帽oles nos esforzamos por transmitir las indiscutibles ventajas de contar con s贸lidas estructuras de gobernanza, ofreciendo a las empresas cotizadas un entorno seguro para compartir inquietudes, resolver dudas y abordar conjuntamente los retos relacionados con el buen gobierno corporativo. Constatamos a diario, con satisfacci贸n, los altos grados de credibilidad, transparencia y reputaci贸n de los emisores espa帽oles.

Estamos convencidos, por otro lado, de las ventajas de aplicar similares pol铆ticas de gobernanza en sociedades no cotizadas. Por supuesto, adaptadas a cada empresa, sector y circunstancias. Son muchas las empresas que, de forma voluntaria, deciden implantar algunas medidas de transparencia corporativa con el efecto casi inmediato de mejorar las relaciones entre socios y aumentar los niveles de profesionalidad y rigor de sus organizaciones. En definitiva, la transparencia empresarial, en cualquier 谩mbito, es sin贸nimo de oportunidades de negocio para las compa帽铆as.


Lucas Osorio, presidente de Emisores Espa帽oles