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GPT II: la productividad y el Concilio de Trento

Mayo de 2023

Hay dos indicadores básicos: (i) la productividad (aparente) del trabajo (PT), que mide el producto por trabajador y (ii) la productividad total de los factores (PTF), que mide la eficiencia global con la que se utilizan los factores productivos. El primer indicador es muy sencillo de construir, basta con dividir el PIB por el número de ocupados y observar su evolución. El segundo es más complicado y, grosso modo, consiste en una medida de lo que queda de lo producido una vez remunerados todos los factores productivos a sus precios de equilibrio de competencia perfecta (p = coste marginal). Lo cual, entre los iniciados, evoca el "residuo de Solow" y, en definitiva, la capacidad de la economía para generar rentas adicionales a las de los factores que mejoran la calidad de vida de toda la sociedad si se dedican a estimular el progreso técnico. La PT incorpora la productividad de los otros factores productivos y, además, la PTF y es una medida que también tiene dificultades de interpretación, a pesar de su sencillez a la hora de extraer la medida cuantitativa de los datos disponibles.

Para hacernos una idea de lo anterior piénsese en que si el PIB por trabajador (asalariado o autónomo), es decir, la productividad de un trabajador medio es de, digamos, 50.000 euros/año, el coste bruto (incluido cotizaciones sociales) de ese trabajador medio es típicamente la mitad, unos 25.000 euros. Para poder decir esto, sin embargo, ya estamos reduciendo la complejidad existente porque asimilamos los trabajadores autónomos a los asalariados atribuyéndoles a aquellos una remuneración bruta media por su trabajo equivalente. A la de los asalariados. Obviamente, los autónomos no generan salarios, pero sus rentas son, en buena medida, rentas del trabajo que, contablemente, se tratan como rentas de la empresa porque no forman parte de la remuneración de asalariados, sino del excedente bruto de explotación. Estos dos conceptos contables, detalles al margen, dan lugar a la renta nacional cuya contrapartida productiva es el PIB.

Tras esta larga pero ineludible introducción para no iniciados, la consulta central a Chat-GPT4 consiste en teclear (literalmente) "la productividad total de los factores en España". Se le hace esta misma consulta, sin alterar una coma, un par de veces. La respuesta de la máquina cambia solo ligeramente cuando se le repite la consulta. Destaco a continuación dos párrafos de dicha respuesta.

Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la PTF en España ha sido baja en comparación con otros países de la Unión Europea en las últimas décadas. Este bajo nivel de productividad se ha visto influenciado por varios factores, como la falta de inversión en investigación y desarrollo, la baja inversión en formación y educación, la escasa adopción de tecnologías avanzadas y la falta de incentivos para la innovación y el emprendimiento.

En resumen, la PTF en España ha crecido de manera moderada en los últimos años, pero sigue siendo un reto para el país. Se han implementado medidas para mejorarla, pero aún queda mucho por hacer para aumentar la eficiencia en la producción de bienes y servicios y así mejorar la competitividad de la economía española.

El diagnóstico no puede ser más certero: baja productividad en las últimas décadas y moderado crecimiento de aquella. Las razones, múltiples: poca inversión en I+D y en formación y educación, insuficiente adopción de tecnología avanzada y pocos incentivos a la innovación y el emprendimiento. Y el camino a la normalización esforzado y largo.

Dentro de un estilo neutro, correcto y posibilista, el robot admite que las cosas no están bien y que tardarán en enderezarse. Sorprende la agudeza de las razones que da, de manual, no obstante. Pero en alguna de las respuestas alternativas señala a la falta de competencia (en el mercado) en la economía española como otra causa de la escasa productividad. Precisamente una tesis que manejamos algunos: los mono y oligopolios frenan el avance de la productividad, contraen el empleo, el excedente del consumidor, los salarios reales y la distribución de dividendos entre bases amplias de accionistas de las clases medias.

También me ha dado referencias bastante recientes y enfocadas sobre trabajos de autores españoles reputados mediante consultas como "estudios sobre PTF y mercado de trabajo en España", "estudios sobre cultura empresarial y PTF en España" o "estudios sobre la PTF y el papel del gobierno en España". Todas las respuestas son muy coherentes y reiterativas de las palancas que el Gobierno puede impulsar para mejorar la PTF, que se mencionaban más arriba. La mayoría de las respuestas vienen calificadas por la afirmación de que la productividad en España es baja y crece moderadamente. De lo cual me permito deducir que el manejo de estas palancas no ha sido muy activo por los gobiernos españoles de las últimas décadas. Quizá esto no les sorprenda, nunca bien ponderados lectores y lectoras.

La neutralidad, corrección y coherencia de las respuestas de Chat-GPT4 a las consultas formuladas en esta ocasión no da mucho margen para el humor. Porque, a diferencia de la entrada de las del mes pasado, no son equivocadas ni contienen afirmaciones manifiestamente inciertas, como la de que soy actuario. Así que le he buscado las cosquillas hasta que ha soltado algo que me permita terminar esta entrada con sal y pimienta. Más concretamente, a la pregunta "Crees que el Concilio de Trento ha influido en la PTF en España en el siglo XX" va y, tras unos párrafos eruditos soltados con absoluta indiferencia hacia una pregunta tan absurda, me responde lo siguiente:

En resumen, es poco probable que el Concilio de Trento haya influido directamente en la PTF en España en el siglo XX, y es más importante centrarse en los factores económicos y políticos contemporáneos que influyen en la PTF.

¡Toma delicadeza (a este lo expulsarían de Twitter), y toma consejo añadido! Pero esta respuesta da que pensar porque, solo a veces, cavilo que el Concilio de Trento, siquiera de manera marginal, puede haber influido, indirectamente, eso sí, en la PTF española hoy. Y, también, porque lleva razón en eso de olvidarse del agua pasada.

José Antonio Herce es socio de LoRIS