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No hay vuelta atrás

Marzo de 2023
En los últimos años hemos experimentado un aumento de la presencia de mujeres en los consejos de administración. En este sentido, no solo la concienciación nacional, sino también la europea, ha remado a favor de un aumento de la pluralidad de perfiles dentro de los consejos. Factores como la nacionalidad, los conocimientos, la experiencia, el sexo y, por supuesto, la edad acercan a las empresas a conseguir órganos de gobierno más sólidos y con una visión más amplia y completa de su gobernanza.

Dentro de esta pluralidad, hay un factor que ha adquirido especial relevancia en estos últimos años: la presencia de mujeres. Por eso, es necesario hacer un pequeño barrido a lo largo del tiempo y los números para poder comprender la situación actual.

Según datos publicados por el Informe de Spencer Stuart a finales de 2022, Los datos son esperanzadores.

Fue precisamente a finales de 2022 cuando entraba en vigor la Directiva (UE) 2022/2381 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de noviembre de 2022, relativa a un mejor equilibrio de género entre los administradores de las sociedades cotizadas y a medidas conexas. La Directiva se enmarca en la Estrategia de la Unión Europea de Igualdad de Género 2020-2025 y tiene por objeto acelerar el progreso hacia el equilibrio de género en los consejos de administración de las sociedades cotizadas, con la premisa, de que los consejos paritarios toman mejores decisiones.

La nueva Directiva exige a los Estados miembros aprobar las disposiciones legales necesarias para garantizar que las sociedades cotizadas estén sujetas a uno de los siguientes objetivos: i) que los miembros del sexo menos representado dentro los consejos de administración de las sociedades cotizadas ocupen, como mínimo, el 40% de los puestos de consejeros no ejecutivos, ii) que al menos el 33% de los puestos de consejeros (ejecutivos y no ejecutivos) sean ocupados por personas del sexo menos representado. En ambos casos, el plazo establecido para alcanzar estos objetivos será hasta el 30 de junio de 2026.

Si tenemos en cuenta no solo los números actuales, sino la evolución que se ha tenido a lo largo de los años, en España los números son crecientes. Veníamos de un 10% de presencia femenina en 2011, un 17% en 2016 y un 30,4% en 2021. Destacando, además, que, del total de nuevos consejeros nombrados en 2021, el porcentaje de consejeras fue de un 51%. Todo ello hace fácil pensar que, para el 30 de junio de 2026, lo habremos conseguido.

Parece evidente, en esta cuestión, la efectividad del principio "cumplir o explicar" de los códigos de buen gobierno, ya que en España ya existía en el Código de Buen Gobierno de las sociedades cotizadas, en su recomendación 15 que "el número de consejeras suponga, al menos, el 40% de los miembros del consejo de administración antes de que finalice 2022 y en adelante, no siendo con anterioridad inferior al 30%".

Ahora se va más allá, al convertir esta recomendación en un imperativo legal. Exclusivamente para las sociedades cotizadas. Pero, ¿qué pasa con el resto de sociedades? La nueva Directiva parte de la perspectiva de que las sociedades cotizadas tienen un impacto relevante en la sociedad y son un modelo a seguir por otras sociedades, por lo que se espera sean una referencia.

Las empresas cotizadas que no hayan alcanzado estas cifras deberán fijar objetivos cuantitativos individuales con vistas a mejorar el equilibrio de la representación de género entre los administradores ejecutivos. De esta forma, la directiva trata de establecer medidas de transparencia respecto a la selección de candidatos a efectos de nombramiento para puestos de administrador, debiendo informar al candidato que lo solicite y cuya candidatura se haya examinado, en qué se basó la selección, la apreciación comparativa objetiva de los candidatos con arreglo a esos criterios y, en su caso, las consideraciones específicas que hicieron inclinar la balanza en favor de un candidato que no sea del sexo menos representado.

Pero quizá, la pregunta que debemos hacernos es, si esta directiva tendrá el mismo objeto de protección ahora mismo, y dentro de unos años. Tal y como se nos expone el Considerando 16, la Unión dispone de una reserva numerosa de mujeres con un elevado nivel de cualificación, que no deja de crecer, como lo demuestra el hecho de que el 60 % de los graduados universitarios sean mujeres. Por lo tanto, ¿y si llegado el momento el género inferior al que se refiere el artículo, fuera el masculino?.

Rita Berlanga es consultora de Afi
Virginia González es socia directora de Afi