El estado de la globalización
Mayo de 2022
Afi acogió con las puertas abiertas al académico neoyorkino que lleva casi una década visitando esta casa de análisis económico y formación en finanzas. Robert Salomon ha pasado toda su vida profesional estudiando los mercados financieros y la globalización, ya que son dos de sus grandes pasiones. Afi acogió con las puertas abiertas al neoyorkino que lleva casi una década visitando la casa, unos lazos de los que ambas partes se sienten muy orgullosos y que fue muy destacado.
Ángel Berges, vicepresidente de Afi, ejerció de anfitrión y trasladó a Salomon la pregunta con la que titulamos este artículo, tras relatar que la sucesión de eventos -catastróficos algunos, políticos otros- tales como la invasión rusa de Ucrania, la pandemia y los movimientos proteccionistas iniciados en los años previos, parecieran estar anunciando el fin de la era de la globalización, o al menos, una desaceleración de este proceso que nos acompaña desde la mitad del pasado siglo. Ángel Berges afirmaba que "lLas empresas tendrán que repensar y adaptar su negocio a los cambios que supongan lasos cambios de tendencias en términos de más o menos globalización pequeños problemas que supone la globalización ". quien dio comienzo a la intervención de Robert Salomon, NYU Stern School of Business, tuvo una buena acogida. En él se trataron temas tan importantes como el riesgo de las empresas en mercados extranjeros, cifras que esclarecían el nivel de globalización en el que nos encontramos, entre otros.
"La globalización es un tema que nos afecta a todos y la mayoría de las veces no somos conscientes de lo que esta supone, vislumbraba Robert Salomon. Ángel Berges afirmaba que "las empresas tendrán que repensar y adaptar su negocio a los pequeños problemas que supone la globalización". El fenómeno de la globalización avanza a pasos agigantados", afirmaba Salomon. Co, como consecuencia, las fronteras han desaparecido y perdido gran parte de toda ssu importancia histórica y l. Las compañías deben entender el éxito que supone y asumir que las que no acepten este fenómeno como una parte importante se quedarán atrás, expresaba Robert Salomon.
Dicho esto, Salomon compartió datos muy interesantes -en términos de movimientos internacionales de personas, de datos, de recursos financieros, etc.- que muestran cómo a día de hoy no estamos todo lo globalizados que pensamos. De hecho, solamente el 6% de la deuda es deuda cruzada internacional; apenas el 3% de la población es inmigrante, y únicamente el 10% de las inversiones globales totales proceden de inversión extranjera. Se podría pensar que las redes sociales son las que realmente ayudan a la globalización y nos conectan cada vez más, pero Robert Salomon mostró cómo de manera general, apenas el 12% de los amigos de Facebook residen en otros países distintos a un usuario medio de dicha red social.
Constató que las empresas multinacionales enfrentan mayores costes de implantación en mercados ajenos en su origen, que las empresas "indígenas". Son empresas que han de atender talento y por lo tanto suelen ofrecer mejores condiciones laborales; también son empresas que reciben un mayor escrutinio de diferentes grupos de interés, como los medios de comunicación, y por lo tanto el cuidado de la reputación y de la marca requieren de esfuerzos adicionales. También aludía Salomon al mayor coste al mayor coste que supone para las empresas extranjeras el cumplimiento normativo, especialmente el de aquellas regulaciones que por su naturaleza son autóctonas o locales, fundamentalmente por desconocimiento. Esta última afirmación está sustentada en investigaciones académicas del ponente en las que analizaba la prevalencia de infracciones normativas en empresas del sector financero en EE.UU., distinguiendo, por un lado, entre entidades nacionales o domésticas y entidades extranjeras (filiales o sucursales) y, por otro, entre regulaciones de carácter "sectorial-universal" (por ejemplo, regulación prudencial emanada del Comité de Basilea), y regulaciones "locales" en ese sector de actividad en particular. Concluía esta investigación que EE.UU. no "litiga" activamente con mayor intensidad contra compañías extranjeras, sino que la evidencia sugiere que las compañías extranejeras cometen errores (desconocimiento de la normativa local, o interpretación errónea de la misma". Este es uno de los motivos que explican que muchas de las empresas que tienen sedes en otros países o realizan inversiones en el extranjero, no obtienen los resultados que esperaban
Las disparidades entre los países de índole cultural, política, institucional y económica son las principales causas para que los resultados de las entidades en mercados extranjeros sean peores que en mercados nativos. "Las diferencias hacen que se creen dificultades", afirmaba Robert Salomon, e introdujo el concepto de Liability of Foreignness (LOF) o pasivos de extranjería, que describen aquellos costes adicionales a los que las empresas multinacionales tienen que hacer frente en comparación con competidores indígenas cuando operan en mercados extranjeros.
"If we can measure them, we can price them" ("si podemos medirlos, podemos valorarlos") es la frase que sintetiza la solución al reto que supone operar en mercados extranjeros y los riesgos que pueden materializarse para las empresas que los abordan. Salomon expuso en este sentido la posibilidad de crear un diferencial entre este tipo de atributos o características entre un país y otro, que podría ofrecer una visión más clara a inversores y accionistas sobre ese riesgo diferencial que asumen las empresas multinacionales o con presencia en varios mercados. Y enfatizó la necesidad de analizar todos ellos en conjunto, no solo uno o algunos atributos o factores de riesgo de forma aislada. Y la necesidad de monitorizar con frecuencia dado que los mercados, al igual que las sociedades, están en constante cambio.
¿Cuánto considera Salomon que tarda, en media, una empresa en adaptarse al mercado extranjero una vez implantada allí? "Aproximadamente diez años", concluyó tras resaltar los resultados de diversos estudios que analizan este plazo temporal.
En definitiva, las compañías aprenden de la experiencia, al igual que las personas. Así lo comprobamos en el evento en el que los y las asistentes, tanto en formato presencial como en streaming, pudieron plantear y resolver inquietudes técnicas tras escuchar la brillante exposición de Robert Salomon, a quien esperamos volver a recibir el próximo año.