Dudas digitales
Marzo de 2018 芦Sector TIC: claro motor de la innovaci贸n, absorbiendo la mayor proporci贸n de la inversi贸n privada en I+D del conjunto de la OCDE y un tercio de las patentes totales en el mundo禄Empecemos por las certezas. Las TIC (tecnolog铆as de la informaci贸n y de la comunicaci贸n) han protagonizado la m谩s importante discontinuidad tecnol贸gica en muchas d茅cadas, hasta el punto de tener bien acreditada su contribuci贸n a eso que un tanto solemnemente se ha dado en calificar como la Cuarta Revoluci贸n Industrial. El car谩cter de 芦tecnolog铆as multiprop贸sito禄 sigue manifest谩ndose en la amplia versatilidad de sus empleos y en la extensi贸n a todos los 谩mbitos econ贸micos y sociales. En un trabajo con ocasi贸n del 30潞 aniversario de la revista Telos (Treinta a帽os despu茅s. Evidencias e interrogantes. Revista Telos n潞 100: La era digital: Balance y tendencias. Fundaci贸n Telef贸nica. Abril 2015) trat茅 de reflejar los 谩mbitos de la actividad econ贸mica en que hab铆an puesto de manifiesto su potencial transformador, as铆 como algunas de las inc贸gnitas que emerg铆an como consecuencia de esa nueva fase asociada a la econom铆a de los datos, a la extensi贸n de los usos y a la Inteligencia Artificial (IA), entre otros.
Un rasgo determinante de la importancia de las TIC en sus primeros momentos, y el principal elemento que atrajo la atenci贸n de economistas y pol铆ticos -desde luego la m铆a*-, fue la contribuci贸n al aumento de la productividad, especialmente visible en los a帽os noventa del siglo pasado en la econom铆a de EE. UU. Ahora la productividad en la mayor铆a de las econom铆as avanzadas no crece de forma significativa, al tiempo que la crisis ha revelado un descenso en la generaci贸n de valor a帽adido del sector TIC en su conjunto desde el inicio de la crisis econ贸mica global, como se aprecia en el primero de los gr谩ficos. Esta es una de las conclusiones m谩s destacadas del 煤ltimo informe 芦OECD Digital Economy Outlook 2017禄, del que tambi茅n extraer茅 algunas otras relevantes desde una perspectiva estrictamente econ贸mica.
Dentro del sector TIC, ha sido el valor a帽adido de servicios de telecomunicaciones y en manufacturas de computaci贸n y electr贸nica donde se han registrado descensos, mientras que se ha incrementado en servicios de tecnolog铆as de la informaci贸n (IT) y se ha mantenido constante en publicaci贸n de softwares. Son tendencias que van en la misma direcci贸n en t茅rminos de empleo y que se espera contin煤en en los pr贸ximos a帽os. El indicador m谩s relevante que ampara esas expectativas es la participaci贸n de la inversi贸n de capital riesgo en TIC, que ha retrocedido al nivel del a帽o 2000.

La verificaci贸n anterior no impide destacar la continuidad del sector TIC como un claro motor de la innovaci贸n, absorbiendo la mayor proporci贸n de la inversi贸n privada en I+D del conjunto de la OCDE y un tercio de las patentes totales en el mundo. Tambi茅n ha crecido la inversi贸n de las empresas de telecomunicaciones como proporci贸n de sus ingresos, en gran medida mediante el despliegue de fibra 贸ptica en sus redes. El uso de los m贸viles para datos sigue creciendo exponencialmente en algunos pa铆ses. Es desigual el crecimiento del uso de las TIC entre las personas, seg煤n pa铆ses y grupos sociales, especialmente en el 谩mbito de los servicios m谩s sofisticados de compras online y servicios bancarios. Lo mismo ocurre entre las peque帽as y medianas empresas, m谩s reticentes al uso tambi茅n de cloud computing y an谩lisis de big data, a pesar del intenso crecimiento. Mucho m谩s selectivo es el uso de la robotizaci贸n en los procesos de digitalizaci贸n de las empresas, todav铆a concentrado en unos pocos pa铆ses.
El creciente uso de la IA merece menci贸n aparte. Cada d铆a son m谩s las evidencias de su potencial asociado a la dotaci贸n de capacidad de las m谩quinas para desempe帽ar funciones cognitivas, ampliando las posibilidades de aprendizaje de estas. Todo ello es prometedor -aumentos de la eficiencia y de la productividad-, al tiempo que suscita nuevas cuestiones 茅ticas y directamente pol铆ticas, no solo en relaci贸n con el futuro del trabajo, sino tambi茅n con la transparencia, la responsabilidad y, desde luego, la seguridad. La extensi贸n de blockchain, de las monedas virtuales y de las criptomonedas suscita no menos inquietudes, desde luego a los bancos centrales, entre otros, al tiempo que revelan ventajas importantes en t茅rminos de reducci贸n de costes transaccionales.

Lo anterior es compatible con que la innovaci贸n asociada a los datos, la emergencia de nuevos modelos de negocio en las empresas y el crecimiento de las aplicaciones digitales sigan influyendo en diversos 谩mbitos, desde la ciencia a las ciudades, pasando por la agricultura y, por supuesto, en los Gobiernos.
Las manifestaciones de la transformaci贸n son muy expl铆citas en los mercados de trabajo, en la destrucci贸n de empleos y emergencia de nuevos, as铆 como en la reconfiguraci贸n del comercio internacional, especialmente en servicios. Todo ello seguir谩 marcando la agenda regulatoria, adaptativa de los Gobiernos en diversos 谩mbitos. Esa obligada adecuaci贸n regulatoria e institucional tambi茅n se ve acelerada por otra tendencia no menos destacable como es la convergencia en telecomunicaciones y cadenas de medios audiovisuales, propiciadora de fusiones y adquisiciones hasta ahora poco concebibles.

M谩s all谩 de las dudas razonables sobre la continuidad de aquella contribuci贸n inicial al aumento de la productividad de las econom铆as, o las que suscitan las nuevas formas de trabajo, entre otras, es preciso asumir un hecho: la necesidad de extender las habilidades digitales. No solo para permitir su adecuaci贸n en las exigencias de un mercado de trabajo en constante evoluci贸n, sino en general. En muchos puestos de trabajo ya no son suficientes las competencias m谩s superficiales o gen茅ricas. Esto es de aplicaci贸n a nuestro pa铆s donde, como se aprecia en el segundo de los gr谩ficos, el valor a帽adido del sector TIC no se encuentra entre los m谩s elevados del conjunto de las econom铆as avanzadas, y tampoco en empleo.