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De los fondos Next Generation a la inversi贸n estructural: sostenibilidad y legado

Junio de 2025

La respuesta de la Uni贸n Europea a la crisis provocada por la COVID-19, articulada en torno al instrumento Next Generation EU (NGEU), ha supuesto una oportunidad sin precedentes para reorientar las finanzas p煤blicas hacia objetivos estrat茅gicos de transformaci贸n econ贸mica y social. Espa帽a, como uno de los principales beneficiarios del Mecanismo de Recuperaci贸n y Resiliencia (MRR), ha desplegado un volumen de recursos sin parang贸n reciente, canalizados a trav茅s del Plan de Recuperaci贸n, Transformaci贸n y Resiliencia (PRTR). Ahora, al acercarse el horizonte de ejecuci贸n de estos fondos, surge una cuesti贸n clave: 驴c贸mo garantizar que el impulso transformador del PRTR se traduzca en una inversi贸n estructural sostenida y sostenible?

El despliegue del PRTR se prev茅 que permita avanzar en 谩mbitos cruciales como la digitalizaci贸n de la administraci贸n y el tejido productivo, la transici贸n ecol贸gica, la formaci贸n de capital humano y la mejora de la cohesi贸n territorial. No obstante, estos avances corren el riesgo de diluirse si no se consolidan institucionalmente y se integran en una planificaci贸n de medio y largo plazo. La inversi贸n p煤blica no puede seguir anclada en una l贸gica marcadamente c铆clica o dependiente de ventanas extraordinarias de financiaci贸n. La transici贸n hacia una pol铆tica de inversi贸n estructural requiere repensar tanto el dise帽o institucional como el marco presupuestario en el que esta se inscribe. En este sentido, el nuevo marco fiscal europeo, aprobado en 2024, plantea retos significativos. La reintroducci贸n de reglas fiscales obliga a los Estados miembros a dise帽ar sendas de ajuste fiscal cre铆bles y sostenidas, pero tambi茅n les exige preservar un nivel adecuado de inversi贸n p煤blica. Espa帽a deber谩, por tanto, combinar la disciplina fiscal con la necesidad de consolidar la inversi贸n transformadora iniciada con el PRTR (si es que las reglas fiscales tal y como est谩n previstas llegan a aplicarse tras la repriorizaci贸n hacia el gasto en defensa y la guerra comercial). Para ello, ser谩 necesario reforzar los mecanismos de planificaci贸n plurianual, mejorar la calidad de la inversi贸n mediante evaluaciones ex ante y ex post, y avanzar en la presupuestaci贸n orientada a resultados.

Un elemento central ser谩 la capacidad de movilizar financiaci贸n nacional para complementar 驴y eventualmente sustituir驴 los recursos europeos. Esto exige revisar las prioridades del gasto p煤blico y reforzar los ingresos estructurales. Al mismo tiempo, resulta imprescindible mantener la coherencia con los objetivos de transici贸n verde y digital, garantizando que la inversi贸n estructural no se limite a reproducir inercias, sino que contribuya a un cambio de modelo productivo m谩s resiliente e inclusivo.

El legado del PRTR no deber铆a medirse 煤nicamente por su nivel de ejecuci贸n, sino por su capacidad de transformar la forma en que el sector p煤blico planifica, ejecuta y eval煤a las inversiones. De hecho, los planes de evaluaci贸n del PRTR ya contemplan indicadores destinados a medir estos cambios estructurales, incluyendo el fortalecimiento institucional, la integraci贸n de objetivos estrat茅gicos en el ciclo presupuestario y la mejora de los sistemas de gesti贸n y control. Conseguir que esto cristalice depender谩 de si somos capaces de institucionalizar aprendizajes, profesionalizar la gesti贸n de proyectos y fortalecer la gobernanza fiscal e inversora. Solo as铆 podr谩 evitarse que esta "d茅cada de oportunidad" se convierta en una ocasi贸n perdida y, en cambio, se afiance un modelo de inversi贸n p煤blica inteligente, estable y estrat茅gica para las pr贸ximas generaciones.

Carmen L贸pez es socia de Afi