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Más educados, menos ricos: la pérdida de posición económica de los jóvenes españoles del siglo XXI

Diciembre de 2023
Algunos llaman a los nacidos entre 1985 y 1995 la generación de la doble crisis, de la crisis permanente o la primera generación que vivirá peor que sus padres. Lo cierto es que los millennials han experimentado las mayores crisis del siglo XXI en su momento de tránsito a la vida adulta. Además, en España tuvieron que afrontar una situación económica más dura que la de otros países europeos, lo que se ha reflejado en una pérdida en calidad de vida de esta generación con respecto a los jóvenes de principios de siglo. 

Comenzar la vida adulta ha supuesto un proceso cada vez más complicado para los jóvenes españoles de las generaciones nacidas en las dos últimas décadas del siglo XXI, que han experimentado - y todavía lo hacen - numerosas dificultades a la hora de independizarse. Entre 2002 y 2020, el porcentaje de hogares con cabeza de familia menor de 35 años ha caído en más de 54 puntos porcentuales, lo que ha hecho que la brecha en edad media de emancipación entre España y el resto de los países de la UE no haya dejado de crecer. Desde 2012, primer año de la serie disponible, esta diferencia ha aumentado hasta alcanzar los casi cuatro años de diferencia. Todo ello a pesar de que la tasa de crecimiento de los hogares en España ha crecido por encima de la media de la Eurozona, principalmente por el aumento de la población y la reducción del tamaño medio de los hogares.

Porcentaje de hogares españoles con cabeza de familia menor de 35 años
Fuente: Afi a partir de Banco de España
Edad media estimada de emancipación
Fuente: Afi a partir de Eurostat

No es de extrañar que esto ocurra, teniendo en cuenta los precios de la vivienda. Desde 2016, el precio de la vivienda en alquiler -normalmente la opción elegida por los jóvenes que se emancipan- no ha dejado de aumentar hasta superar los 11euros/m2 este mismo año, alcanzando un máximo histórico. Paralelamente, el precio de compraventa se encuentra cada vez más cercano a los niveles de 2006, pocos años antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Y, todo ello, sin mencionar los registros de ciudades con mayor densidad de población joven por el mayor número de oportunidades laborales que ofrecen, como Madrid, donde el precio del alquiler y venta ya han superado con creces los valores promedio del municipio en 2007.

Evolución de los precios de vivienda en alquiler y venta (promedio anual, euros/m2)
Fuente: Afi a partir de Idealista
Porcentaje de hogares con cabeza de familia menos de 35 años poseedores de vivienda principal
Fuente: Afi a partir de Banco de España

Además, , por lo que el porcentaje de jóvenes que consigue adquirir una vivienda en propiedad ha caído drásticamente desde la crisis financiera, siendo necesario en la mayoría de los casos una ayuda financiera por parte de los padres. [1]

Evolución de la riqueza neta y renta mediana en hogares con cabeza de familia menor de 35 años
Fuente: Afi a partir de Banco de Españ

Como consecuencia de la incapacidad de adquirir una vivienda y del menor nivel de renta, los jóvenes españoles han experimentado una acusada caída en sus niveles de riqueza neta[2] en lo que llevamos de siglo. La caída en picado en los años postcrisis financiera -que llegó a situar la riqueza neta mediana de estos hogares en torno a los 5.000 euros- pese a que comienza a mostrar una tímida recuperación, deja una diferencia de más de 63.000 euros con respecto a 2005.

La pérdida de posición económica no se debe únicamente a la evolución del mercado inmobiliario; el mercado laboral también ha contribuido a esta situación. Uno de los problemas estructurales de la economía española, el desempleo juvenil, alcanzó máximos históricos en 2013, cuando más de la mitad de los menores de 25 años (55%) se encontraba en situación de desempleo. Desde entonces, y aunque el mercado laboral ha mejorado en los últimos años significativamente, aún nos encontramos lejos de la media europea en este ámbito. La evidencia apunta a que estos problemas han generado unas cicatrices persistentes sobre el empleo y los salarios en la trayectoria profesional de los jóvenes españoles. [3]

Promedio anual de la tasa de desempleo juvenil (% de menores de 25 años)
Fuente: Afi a partir de Eurostat

Dada la difícil incorporación en el mercado laboral, esta generación ha optado por formarse. El porcentaje de jóvenes de entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan (a los que hace algunos años se conocía como "ninis") se sitúa actualmente en su valor más bajo desde el comienzo de la serie, con cifras muy cercanas a las de la media europea. Hoy día contamos con la generación de jóvenes mejor formada de la historia de España, con más de la mitad de la población de entre 25 y 34 años con educación superior universitaria y la mayor parte de ellos, estudiando o trabajando (motivo por el cual hoy hablamos de la generación "sisi").

Porcentaje de jóvenes de entre 15 y 24 años que ni estudian ni trabajan
Fuente: Afi a partir de Eurostat
Nivel de formación alcanzada por la población de entre 25 y 34 años
Fuente: Afi a partir del INE

Por tanto, es hora de romper una lanza por los jóvenes y ofrecer soluciones que verdaderamente mejoren su calidad de vida presente y futura. Conseguirlo para todos requiere asegurar que nuestro sistema se afianza en el principio de igualdad de oportunidades, algo que muchos economistas denuncian como una de las promesas incumplidas a esta generación[4]. Asimismo, la reorientación de políticas públicas en clave generacional deber ser una prioridad, dada la desigual distribución intergeneracional de los recursos públicos actuales, fruto del proceso de envejecimiento[5]. Algunas de las políticas que podrían contribuir a mejorar esta situación son la ampliación del parque de vivienda pública en alquiler y venta o la inversión en educación de calidad, que incluya una sólida oferta de formación profesional con experiencia laboral integrada (FP dual)[6]. En definitiva, políticas que permitan reactivar los mecanismos por los que funciona la movilidad social e intergeneracional de los jóvenes de hoy, y de los que vendrán.


[1] Según la encuesta realizada por Jurado, I. & Galindo, J. (2023). "La juventud mediterránea frente a los desafíos de la crisis permanente: Ingresos, emancipación, vivienda y retos de futuro." EsadeEcPol & Friedrich Naumann Foundation.
[2] Tal y como lo expresa Banco de España, los datos de riqueza neta obtenidos por la EFF recogen la diferencia entre la riqueza bruta y el total de deudas (riqueza bruta - deuda total = riqueza neta). Esta riqueza incluye la valoración de activos.
[3] Gálvez-Iniesta, I. (2023). Ser Joven en España y las cicatrices de las recesiones. Nada es Gratis. Recuperado de https://nadaesgratis.es/admin/ser-joven-en-espana-y-las-cicatrices-de-las-recesiones
[4] El Diario. (2023, 15 de marzo). "Meritocracia: ¿Son los padres el sistema educativo?" El Diario. https://www.eldiario.es/catalunya/meritocracia-son-padres-sistema-educativo-falla-clases-bajas-frente-altas_1_8534992.html
[5] Conde-Ruiz, J. I. y Vicenzo, G. (2023). "Efectos económicos de la demografía política". Papeles de Economía Española, 176, La economía española ante el reto demográfico, FUNCAS.
[6] Bentolila, S., Cabrales, A. y Jansen, M. (2018). "El impacto de la FP dual sobre la inserción laboral de los jóvenes: Evidencia para la Comunidad de Madrid," Studies on the Spanish Economy 2018-20, FEDEA.


Marina Asensio, consultora de Afi