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Integración ASG en la gestión de inversiones: ¿Arte o ciencia?

Abril de 2023

El término sostenibilidad aplicado a la gestión de las inversiones engloba muchos más conceptos que la mera inversión en actividades o proyectos que generen un impacto positivo en la sociedad o el medioambiente. De hecho, una de las prácticas más extendidas en el ámbito de la sostenibilidad, o de la inversión sostenible en su más amplio sentido, es la integración de los factores ASG (ambientales, sociales y de gobernanza) en el análisis de las inversiones desde una perspectiva de riesgos. Es decir, la consideración de unos factores distintos a los financieros, que permitan evaluar la exposición de los activos a una serie de cuestiones vinculadas a la sostenibilidad que, en caso de no ser gestionadas adecuadamente, pueden llegar a generar una minusvaloración del activo.

Sin embargo, ¿en qué punto se encuentra el análisis e integración de los factores ASG? ¿Podemos hablar de una práctica suficientemente madura? La respuesta es no. A pesar de que esta nueva herramienta de gestión de riesgos empieza ya a acumular ciertos años de experiencia y presencia en mercado, todavía hoy existen una serie de factores que impiden hablar de una consolidación plena. En primer lugar, la falta de estandarización de los datos ASG reportados, que varía de manera significativa en función del mercado, sector o geografía. Esto, unido a las diferentes metodologías de rating ASG existentes, hace que la correlación entre estas puntuaciones se mantenga muy baja, lo cual genera ciertas dificultades a la hora de comparar los resultados fruto de estas evaluaciones. Por otro lado, los continuos desarrollos normativos, los cambios en las prácticas de mercado y las tendencias socioeconómicas en materia de sostenibilidad hacen que los datos a reportar en términos ASG hayan ido cambiando a lo largo de los años. Así, el conjunto de todos estos factores hace que sea muy complicado contar con una base de datos ASG histórica suficientemente sólida y consistente que permita estudiar las implicaciones de la integración de los criterios de sostenibilidad en la gestión de las inversiones.

De hecho, una de las principales críticas a esta herramienta es, precisamente, la falta de evidencias empíricas robustas que demuestren las bondades del análisis extrafinanciero en la búsqueda del mejor binomio rentabilidad-riesgo. Por este motivo, el número de estrategias de gestión cuantitativa que integran estos criterios es todavía muy limitado. La consolidación de estas prácticas y los cambios en las tendencias en materia de sostenibilidad están obstaculizando la utilidad de los datos pasados como proxy de tendencias o comportamientos futuros. No obstante, y a pesar de las dificultades, son muchos los estudios que, en base a la información disponible, ya avalan el impacto positivo que la integración ASG ofrece sobre el control de los riesgos. Especialmente sobre aquellos con una baja probabilidad de ocurrencia, pero con un elevado impacto, es decir, los riesgos de cola.

Por este motivo, . En su lugar, tenemos que entender que hoy por hoy, el análisis ASG - todavía lejos de la exigencia técnica del análisis financiero tradicional - está más cerca de ser un arte, que una ciencia exacta.

Claudia Antuña es socia de Afi