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Tiempos de generosidad

Diciembre de 2021 España, que se tiene por un país generoso, en realidad tiene una menor propensión a donar dinero a organizaciones sociales que otros países de nuestro entorno.

Doce millones y medio de personas están en riesgo de pobreza y/o exclusión social en España, según el último estudio del Estado de la Pobreza publicado por EAPN (European Anti Poverty Network). Más de un cuarto de la población (26,4%). Son seiscientas veinte mil personas más que el año pasado. Esto nos sitúa por encima de la media europea, sólo por detrás de Bulgaria, Rumanía, Grecia, Letonia, Lituania e Italia. Si bien el concepto de riesgo de pobreza y/o exclusión social analizado por EAPN considera aspectos adicionales al nivel de renta, señalar, a efectos ilustrativos, que se trata de hogares que deben vivir con menos de 800 euros al mes. La mayor parte hogares de un adulto con uno o más menores.

¿Cómo revertir estar situación?

Invertir en educación es una de las estrategias más eficaces para resolver de manera estructural los problemas de movilidad social y pobreza, pero es una estrategia cara que produce beneficios a largo plazo y cuyos costes van más allá de los aspectos puramente académicos, cubiertos por un sistema de educación pública. Esta situación obliga a articular en paralelo acciones de redistribución o solidaridad social que permitan avanzar de manera sistemática en la reducción de la brecha existente. En resumen, generosidad por parte de quienes no están en tal situación.

Diferentes estudios muestran que realizar acciones solidarias disminuye la actividad de la amígdala cerebral, lo que contribuye a reducir el estrés y la ansiedad.

Lo paradójico es que, en una sociedad preocupada por la felicidad donde se han disparado los niveles de ansiedad tras la pandemia, no se implemente en todos los ámbitos la generosidad como herramienta sistémica. España, que se tiene por un país generoso, en realidad tiene una menor propensión a donar dinero a organizaciones sociales que otros países de nuestro entorno. En 2020 37% de los españoles hicieron donaciones a alguna organización del tercer sector, según un estudio de la Asociación Española de Fundraising. Menos de la mitad que los británicos e inferior a franceses y alemanes, con niveles superiores al 50%.

Seguramente esta autopercepción de generosidad nos lleva a pensar que todo está cubierto por el Estado. Es decir, por nuestros impuestos, pero no es así.

Es probable que si está leyendo este artículo se encuentre entre los cinco millones de personas que en España gana más de 30.000 euros al año. 2.500 euros brutos al mes.

25 euros al mes, un 1% de 2.500 ¿ no suponen nada para quien los gana, y dan para el abono transporte de una persona joven, 7 kilos de legumbres y un 40% del importe mensual de la factura de luz, entre otros. Elementos que contribuyen de manera transitoria a paliar situaciones de necesidad y pobreza mientras se avanza en resolver los problemas estructurales.

El mantenimiento de muchas organizaciones del tercer sector que trabajan en la reducción de la pobreza y las desigualdades se sustenta en subvenciones y donaciones de personas como usted. ¿por qué no contribuir obteniendo una ración mensual de endorfinas? Doce millones y medio de personas, un 26,4%, lo agradecerá.

Adriana Scozzafava es directora general de Fundación Afi.