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Prácticas marcianas: reflexiones para acelerar los ODS

Septiembre de 2021 El esfuerzo hecho por las empresas, en los últimos años, en incluir en su agenda los objetivos de desarrollo sostenible y aportar recursos a proyectos que reviertan en beneficio a la sociedad, es muy importante.

Mil cuatrocientos millones de euros invertidos en responsabilidad social empresarial en España, según el último informe de impacto social de las empresas publicado por SERES. Eso es más de dos veces el presupuesto en educación de países como Afganistán, Nicaragua, El Salvador, Namibia, y un larguísimo etcétera de países donde se está muy lejos de alcanzar los cien euros de gasto en educación per cápita. Y, sin embargo, es una cifra irrisoria para cubrir las necesidades sociales existentes a nivel mundial.

Asimismo, el tercer sector ha seguido dando muestra de su compromiso trabajando a favor de múltiples causas, además de contribuir a paliar los efectos de la pandemia.

Pero hay un problema de base en este modelo: no es sostenible, ni escalable y el 2030 está a la vuelta de la esquina. Por más que los ODS puedan tener una componente aspiracional o se va a mayor velocidad o estaremos muy lejos de conseguir los objetivos.

Desde hace años se viene hablando de la necesidad de una mayor colaboración entre el tercer sector y la empresa para aunando esfuerzos conseguir un mayor impacto, pero aun seguimos estando muy lejos. Muchas de las iniciativas se han circunscrito a proyectos conjuntos de las áreas de RSC y ONGs, y la clave real está en una mayor permeabilidad entre ambos sectores.

Hay que afrontar retos en el tercer sector como la posibilidad de aplicar prácticas empresariales que han permitido a las empresas ser parte de la vida de los consumidores transformando usos y costumbres. Hay que transformar las cadenas de producción de las empresas embebiendo la actividad social, estableciendo un nexo indeleble con el beneficio y sostenibilidad del negocio.

Sin perder de vista lo que significa no contar con elementos básicos como alimentación y medicamentos, todas las personas, aun en situación extrema, queremos ser felices. ¿Por qué no tener en cuenta esto a la hora de hacer campañas para mejorar situaciones sanitarias? Una de las acciones llevadas a cabo en la India como medida de prevención del SIDA ha sido ofrecer la circuncisión gratuita. La circuncisión reduce un 60% el riesgo de infectarse por el VIH. ¿Cómo generar consciencia y atraer para algo tan poco atractivo? Involucrando a las mujeres y con lemas sobre más y mejor sexo. Simplemente aplicando técnicas de publicidad, lo que haría cualquier empresa para hacer un producto atractivo y conseguir resultados. Cambiar estructuralmente situaciones requiere entre otras cosas cambio de conductas y eso implica la voluntad de las personas.

Hemos visto en los últimos meses problemas en la producción industrial por falta de abastecimiento de componentes. Para una empresa en clave asegurarse el suministro de las cadenas de producción, el éxito y eficiencia en ese proceso tiene un impacto importante en el resultado empresarial. Para MARS, una de las empresas familiares más grandes del mundo y uno de los principales fabricantes de chocolate, es clave asegurarse el suministro de cacao. Hace unos años con el apoyo del ecosistema de ONGs, estableció acuerdos con pequeños productores de cacao en Ghana y Costa de Marfil, fijando un marco de condiciones de trabajo justas, producción respetuosa con el medio ambiente y suministro de acuerdo a estándares de calidad y plazo.

Hacer publicidad para vender las bondades de circuncidarse, establecer acuerdos para asegurarse la cadena de valor con socios en mercados con marcos legales complejos, ser productor desde un país pobre de una empresa todopoderosa, todos suponen retos y dificultades no menores, pero quien quiere perderse semejante aventura y oportunidad de hacer cosas increíbles.

Adriana Scozzafava es directora general de Fundación Afi.