Uso de cookies

Este sitio web solo utiliza cookies t閏nicas propias obligatorias con la finalidad de hacer que su navegación sea segura.
Asimismo, utiliza cookies de terceros opcionales para hacer análisis estadístico de las visitas a la web y conocer su usabilidad.
Si desea más información o cambiar la configuración de su navegador, puede visitar nuestra Política de Cookies.
Pulse el botón "Rechazar cookies opcionales" o "Aceptar todas las cookies" para confirmar que ha leído y aceptado la información aquí presentada.

Laponia II: 12,5 y los servicios

Abril de 2019 Es la concentraci贸n de poblaci贸n la que facilita, abarata y potencia la prestaci贸n de servicios de todo tipo a la poblaci贸n. Sin embargo, la densidad de poblaci贸n, siendo grave, es compensable con tecnolog铆a.

La despoblaci贸n tiene su 芦n煤mero m谩gico禄: 12,5 habitantes por km2. Esa es la densidad de poblaci贸n por debajo de la cual la Uni贸n Europea (UE) considera que un territorio est谩 despoblado. Toda m茅trica tiene sus ventajas y sus inconvenientes, y esta no es menos.

La despoblaci贸n no se puede reducir a un solo n煤mero. No es solo una condici贸n cuantitativa. Es tambi茅n una condici贸n cualitativa que adquiere tonos diversos en cada lugar y tiempo. Es una condici贸n din谩mica, desgraciadamente, de una sola direcci贸n. Es, incluso, una condici贸n emocional para quienes la sufren, que modifica su percepci贸n del entorno y sus posibilidades, de su propia vida y de sus relaciones con el resto de los agentes sobre el terreno.

La escasez de poblaci贸n viene caracterizada, adem谩s, por la dispersi贸n de aquella en espacios enormes. No es lo mismo una concentraci贸n de 5.000 habitantes en un 煤nico polo de poblaci贸n dentro de un 谩rea de 2.500 km2 (50km x 50km) que la dispersi贸n de esos mismos habitantes en 50 n煤cleos de poblaci贸n de 100 habitantes cada uno separados entre s铆 todo lo que el territorio d茅 de s铆, a veces unos pocos kil贸metros.

Es la concentraci贸n de poblaci贸n la que facilita, abarata y potencia la prestaci贸n de servicios de todo tipo a la poblaci贸n. Sobre esta base se avanzan propuestas para poco menos que, de manera un tanto dictatorial, concentrar a la poblaci贸n de los n煤cleos dispersos en n煤cleos, forzosamente tambi茅n artificiales, concentrados. Este remedio puede ser peor que la enfermedad.

Es cierto que la escala y densidad del poblamiento es importante para generar las econom铆as de escala cuya ausencia har铆a esta provisi贸n de servicios impagable o fuertemente deficitaria. Razones de este tipo son muy de recibo. Pero a menudo se olvida que la tecnolog铆a est谩 salvando la distancia a marchas forzadas; y tambi茅n se olvida que est谩 desmaterializando la producci贸n tanto de bienes como, por supuesto, de servicios; y que, por fin, la producci贸n de servicios cada vez ocupa m谩s lugar en el output econ贸mico de todas las econom铆as sea cual sea su escala.

Una de las tiran铆as m谩s frecuentes a la que sometemos a nuestro pensamiento en relaci贸n con la ruralidad es que en estos territorios solo hay agricultura, ganader铆a, bosques y turismo rural. Siendo tambi茅n cierto que todas estas actividades distan mucho de estar siquiera levemente digitalizadas, lo que permitir铆a un desempe帽o mucho m谩s eficiente, no lo es menos que hay cientos de otras ocupaciones ya fuertemente ancladas en la digitalizaci贸n y el teletrabajo, que pueden realizarse desde cualquier lugar en el que la gente, los aut贸nomos, profesionales y las peque帽as empresas deseen radicarse.

Pero, en lo que se refiere a la prestaci贸n de los servicios en el territorio, tanto esenciales (sanidad, educaci贸n, administraciones) como no esenciales (ocio, relaciones... 驴no esenciales?), la tecnolog铆a, de nuevo, elimina las distancias y la necesidad de concentrarse para generarlos y disfrutarlos. Cada vez m谩s.

La clave radica en la 芦movilidad colaborativa禄, impulsada por plataformas y dispositivos, debidamente regulada y dotada de incentivos que anime a la participaci贸n en este tipo de esquemas. Por ejemplo, un 芦banco de tiempo禄. La primera resolver铆a el grave problema actual del acceso a servicios que, si me apuran, dir铆a que son m谩s abundantes (por cada 100 habitantes) en la Espa帽a despoblada que en la superpoblada. No hace falta poner dispensarios ni escuelas, bares o salas de reuniones para j贸venes menores de edad si estos centros est谩n plenamente accesibles en las cabeceras comarcales. Les aseguro que se puede llegar antes a un buen centro de salud dotado de servicio de urgencias en una cabecera de comarca que en una gran capital.

Un banco de tiempo, por su parte, permitir铆a una participaci贸n 芦masiva禄 de vecinos cuyos autom贸viles est谩n ociosos la mayor parte del tiempo, gracias a la garant铆a de que si dedicas tres horas a transportar a tus vecinos a esas cabeceras comarcales, alguien de la comunidad del banco de tiempo te las va a devolver cuando t煤 las necesites. Pillan la idea, 驴no? A ti o a tus familiares, est茅n donde est茅n en el mundo... En efecto, participaci贸n masiva.

Espero haberles argumentado que la densidad de poblaci贸n, siendo grave, es compensable con tecnolog铆a y, sobre todo, con buenas pol铆ticas. La pr贸xima vez que un partido pol铆tico les proponga ideas de este tipo, esc煤chenlo.

Jos茅 Antonio Herce es Director asociado de Afi