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España emprendedora

Abril de 2024

La RAE define el término emprender con la acción de "acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro". Dificultad o peligro. Riesgo e inseguridad. Apelativos inquietantes que pueden explicar, al menos parcialmente, por qué en España se emprende menos que en Europa, por qué las mujeres emprenden menos que los hombres; y por qué el emprendimiento innovador crece despacio, entre otras brechas del emprendimiento que se identifican.

La probabilidad de emprender y la probabilidad de éxito del emprendimiento depende de muchos factores. Pero uno fundamental es el entorno en el que se emprende, porque el emprendimiento necesita de un ecosistema -conjunto de agentes que operan en un espacio determinado y que interactúan mediante diferentes procesos como la depredación, la competencia, el parasitismo y la simbiosis- que lo habilite y promueva.

Las administraciones públicas disponen de instrumentos financieros para apoyar el emprendimiento, entre los que destaca el Fondo Next Tech, gestionado por el ICO, para la movilización de capital público y privado para el crecimiento de empresas emergentes en tecnologías disruptivas, y el fondo de apoyo al emprendimiento femenino gestionado por ENISA. También dispone de otro tipo de herramientas para acompañar y no obstaculizar, la conformación de un ecosistema emprendedor, más aún cuando es de naturaleza innovadora.

Las startups son empresas de nueva creación o de edad temprana (con menos de cinco años desde su constitución o siete años si pertenece al sector de la biotecnología, la energía, el sector industrial u otros según avance el estado de la tecnología) que presentan grandes posibilidades de crecimiento y comercializa productos y servicios a través del uso de las TIC con un volumen de negocio inferior a los diez millones de euros. Cuentan desde 2023 con la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, que reconoce que buena parte de sus características encajan mal con los marcos normativos tradicionales en el ámbito fiscal, mercantil, civil y laboral. Contempla, entre otros, beneficios fiscales para los emprendedores (como la reducción del tipo del Impuesto de Sociedades del 25% al 15 % durante un máximo de cuatro años; el aplazamiento del pago de deudas tributarias durante los dos primeros años de actividad; la extensión de la exención fiscal a las fórmulas retributivas basadas en stock options de 15.000 a 50.000 euros); la reducción de trabas administrativas y facilitación de visados para los trabajadores a la hora de establecerse en España como "nómadas digitales"; y para los inversores, medidas como el aumento de la deducción por inversión (del 30 al 50 por ciento y de la base máxima de 60.000 a 100.000 euros).

Portada (hof12): Huecos y ventanas de oportunidad. [Southeastern Massachusetts Technological Institute, Paul Rudolph].