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Las pymes y la pandemia

Abril de 2020 Ante esta grave situación, las políticas económicas tienen que surtir efectos rápidamente para evitar males mayores.

Las pequeñas y medianas empresas (pymes) suelen ser las primeras en sentir los efectos de una crisis. La pandemia del coronavirus es aún más nociva para las pymes que las crisis puramente económicas o financieras. Ello se debe al gran número de pymes que operan en los sectores comerciales y de servicios. La cuarenta obligatoria y en general el retraimiento del consumo les afecta directa e inmediatamente. En el caso español, la importancia de la restauración, el ocio y el turismo agudiza aún más el problema.

Ante esta grave situación, las políticas económicas tienen que surtir efectos rápidamente para evitar males mayores. Existen dos tipos de políticas al respecto. La primera consiste en hacer todo lo posible porque las pymes comerciales y de servicios continúen operando de tal manera que no tengan que despedir a sus empleados. Se trata de medidas tales como conceder préstamos sin interés, avales, reducciones en los impuestos, y moratorias en el pago de alquileres comerciales o suministros de electricidad, gas y teléfono. El segundo tipo de políticas consiste en esperar a que las pymes regulen su plantilla y ofrecer a los nuevos desempleados prestaciones de desempleo más generosas y prolongadas.

Ambos tipos de medidas acarrean ventajas e inconvenientes. Mantener las pymes a flote a cualquier precio sin que despidan empleados es menos disruptivo desde un punto de vista social. Pero si esa política se lleva al extremo puede tergiversar la lógica del mercado y crear numerosas ineficiencias. Dejar que las pymes regulen su plantilla, pero con unas prestaciones de desempleo más extensas permite que las fuerzas del mercado operen por sí mismas, pero puede conducir a un desbarajuste mayor en términos de la recuperación, dado que muchas pymes simplemente desaparecerían.

En la práctica pienso que conviene combinar ambas políticas para aprovechar sus ventajas y minimizar las desventajas. Así, creo que es importante evitar el cierre de pymes, aún permitiéndoles que regulen plantilla, con una protección al desempleo mayor. De lo contrario, Para lograr ese objetivo también habrá que ofrecer préstamos sin interés, avales, y moratorias en el pago de alquileres comerciales y suministros. Creo por tanto que no existe una política óptima, sino más bien un abanico de políticas y de medidas que en su conjunto nos permitirán alcanzar dos objetivos fundamentales. El primero consiste en minimizar el impacto de la crisis sobre la demanda agregada de consumo a través de un mantenimiento de la renta de las familias. Y el segundo se refiere a sentar las bases que permitan una recuperación lo más rápida posible.

Mauro F. Guillén es catedrático de Dirección Internacional de la Empresa en la Wharton School, así como miembro del Consejo Académico de Afi Escuela de Finanzas